Una persona que contrata un plan de medicina prepagada está anticipando el pago de cualquier gasto que pueda presentarse en el futuro a causa de una enfermedad o un accidente. Es decir, el pago de la prima habilita el financiamiento de cualquier cobertura que un afiliado pueda necesitar.
El afiliado tiene hasta 15 días del inicio de vigencia de su factura para ponerse al día en sus pagos. Transcurrido ese tiempo de gracia, el afiliado se encuentra en mora y por tanto se suspende el servicio. Si el afiliado incurre en mora tres meses consecutivos se suspende la facturación y se procede con la cancelación de su contrato. Así esté cancelado el contrato el afiliado debe cancelar el valor adeudado.